Revelaciones de familia
Un matrimonio recibe en su chacra la visita de sus cuatro hijos para revelarles una sorpresa. A través de una trama torpe y carente de ideas se irán ventilando los distintos problemas de cada uno de los integrantes de la familia. "La culpa del cordero" es una película de estereotipos bien elementales y sin nada de singularidad, cuyos conflictos radican en las típicas denuncias hacia clase alta y los distintos sucesos del relato se encuentran unidos de la manera más forzada posible.
La historia de la película es bien básica, se divide en dos partes bien diferenciadas: la llegada y la cena. En la primera se nos introducen a los personajes con sus características, secretos e insinuaciones y en la segunda, la reunión entre ellos implosiona en el choque de sus demonios.
El inicio es claramente lo peor de la trama ya que allí no hay ningún tipo desarrollo en el relato, simplemente los distintos personajes van desfilando uno para uno mostrando sus falencias. Males que no se reflejan en su personalidad y forma de actuar, simplemente lo expresan mediante diálogos o se los ve en acción. La narración aquí es bien torpe y tiene un manejo más propicio del teatro. Sin embargo, lo que realmente hace de esta mitad algo vacío y sin emoción, es la extrema chatura de los personajes y la falta tensión en el ambiente. Aunque se sepa que va ha haber una sorpresa en la cena, nada hace creer que esta vaya a ser determinante y, por lo tanto, todo en la película transcurre de manera demasiado desinteresada.
Mientras tanto, la otra mitad de la película, la cena, si logra generar interés en el espectador. En este momento la trama abandona todo tipo de previsibilidad y el clima se enrarece. Es aquí cuando el relato asume riesgos. No obstante, aunque la historia avance y termine en un clímax bastante atrapante, "La culpa del cordero" no puede evitar ser una película absolutamente absurda, extremadamente básica y sumamente superficial.