Guillermo del Toro es unos de los pocos cineastas que a mi modo de ver es un verdadero genio; todos sus trabajos, con altos y bajos, tienen algo único, algo original. La Cumbre Escarlata es otra obra que se puede considerar asi. Del Toro nos trae una película de terror y suspenso con su toque magistral de detalles visuales, explorando simbolismos y arcos narrativos; pero lo más interesante que no es con sus actores y si con el escenario, magistralmente retratado por la mansión de la familia Sharpe , dando su propio toque al género de terror gótico.
La trama nos muestra a los herederos de la familia Sharpe, Thomas (Tom Hiddleston) y Lucille (Jessica Chastain), que atraviesan el Atlántico para restablecer el nombre de la familia, en busca de financiamiento para una máquina capaz de extraer un tipo de lodo rojo que crece en su propiedad. En América conocen a Edith Crushing (Mia Wasikowska), hija de un rico empresario, y promisora escritora. Un amor surge entre ellos y Edith vuelve a Inglaterra a la Mansión. Bueno, sin hacer spoiler, hasta aquí la historia sigue siendo bastante común, pero a partir del momento en que llegan a la mansión, la misma cobra vida y nos direcciona hacia la mejor parte de la película.
Enteramente construida por Del Toro, la mansión es increíble en detalles y simbolismo: los acabados, los colores, todo nos mete en la atmosfera de tensión y terror, y en eso Del Toro es un maestro. Filmada de forma hermosa, precisa y sin artilugios baratos de las películas de terror y suspenso de hoy en dia, el cineasta no tiene miedo en mostrar sus fantasmas y lo pone en la cara de todos, mostrando mas interés en crear una atmosfera de terror que en provocar sustos en el espectador. Es impresionante percibir lo tenso que nos ponemos en cada momento que estamos en la mansión, nos hace sentir sofocados en todo momento, y se puede sentir el alivio cuando las escenas son afuera de la misma.
El elenco, otra característica que Del Toro sabe elegir muy bien, no decepciona, destacando Jessica Chastain con su personaje que proyecta una obsesión creciente y asustadora. Tom Hiddleston con su habitual nivel alto, consigue evocar tristeza y romanticismo sin entrar en los clichés del género. Y por último Mia Wasikowska trayendo una delicadeza y vulnerabilidad, pero sin transformarse en una doncella en peligro clásica también en las películas de terror y suspenso.
Lo único que a mi modo de ver no merece una nota alta es el guión; la historia es muy simple, queda la tensión en saber si realmente hay algo más, pero al final termina siendo un final simple y sin mucha gloria. Me quedó un gusto agridulce de que faltó algo, como si todo el escenario y los actores quedaron muy grandes para la historia.
Pero el conjunto de la obra es muy recomendable, aconsejo a todos que la vayan a ver. El cine es el lugar ideal para sentir esta película. Ahora a esperar para ver cuál será la próxima obra de Del Toro: una lástima que haya dejado el proyecto de Justice League Dark, no hay nadie mas indicado para ese proyecto y Crimson Peak lo demuestra.