Llega a los cines la secuela de la mediore película protagonizada por Daniel Radcliffe, pero esta vez con otra historia y otro director, sólo se mantiene el ente.
Buu!*
*Onomatopeya para asustar.
La Dama de Negro 2 del director Tom Harper avanza en la historia hasta la Segunda Guerra Mundial -cuarenta años después-, durante la cual Londres es bombardeada por los nazis. Por tal motivo, se le encarga a una maestra, Eva (Phoebe Fox), un grupo de chicos huérfanos a que se refugien en una misteriosa, desolada y turbia isla, donde se encuentra Eel Marsh House que está abandonada.
Las cosas comienzan a ponerse complicadas porque los chicos van desapareciendo de a uno, sin dejar rastros, y resuena la historia de la mujer de negro que induce al suicidio y habita en aquella casa (y también en Le Park de Puerto Madero).
Buu!*
*Onomatopeya para abuchear.
Sinceramente no hay mucho que decir al respecto de La Dama de Negro 2, ya que la misma desde el guión se puede ver una estructura muy similar a su anterior versión, e incluso repite explicaciones sobre el maléfico ente por si no viste la primera parte. Digamos que está bien armado, clásico, lineal y entendible.
Así como el guión no es arriesgado, su estética menos. Sigue la línea de este género tan hermoso y bastardeado, con tétricos objetos de época, juguetes, cruces, una cámara con movimientos clásicos y los tan utilizados golpes de sonido que lo hacen a uno saltar de la butaca. Asimismo las actuaciones están bien, un poco más creíbles que en otras películas de esta línea, como Annabelle, pero tampoco son destacables.
Conclusión
La Dama de Negro 2 es una película más de terror con un simple fin comercial y consecuencia de lo bien que le fue a su antecesora. No creo menester gastar, con lo caras que están las entradas, en ver una película como esta que es completamente efímera y podría verse un sábado a la noche en la comodidad del hogar, aunque si bien cuentan con el dinero o necesitan excusa para abrazarse con su pareja, pueden ir, sacar sus conclusiones, puntuar y comentar.