En 2007 la clásica productora de terror británica Hammer Films volvió al ruedo tras casi cincuenta años de inactividad. Entre sus primeros proyectos figura la remake de la sueca “Déjame Entrar” (Let me in, 2010), “Invasión a la Privacidad” (The Resident, 2011) y, por supuesto, “La Dama de Negro” (The Woman in Black, 2012) protagonizada por el ex Harry Potter Daniel Radcliffe.
El moderado suceso de la película dirigida por James Watkins, fue suficiente para pergeñar esta secuela que mantiene la misma atmósfera truculenta (gracias, en parte, a la música de Marco Beltrami, Brandon Roberts y Marcus Trumpp) y esa cuidadísima puesta en escena, pero lamentablemente no aporta nada nuevo desde la historia.
Watkins le cedió la silla del director a Tom Harper -más conocido por sus trabajos en la TV inglesa con series como “Peaky Blinders”, “This is England 86” y “Misfits”-, y el guionista Jon Croker decidió llevar el relato cuatro décadas más acá en el tiempo para situarlo durante la Segunda Guerra Mundial.
Estamos en época de bombardeos alemanes sobre Londres y un grupo de pequeños logra ser evacuado de la ciudad con la ayuda de sus dos maestras: la joven y dulce Eve Parkins (Phoebe Fox) y la severa directora Jean Hogg (Helen McCrory). Su destino es Eel Marsh, la casona abandonada y en ruinas situada en un brumoso islote que queda separado del pueblucho de Crythin Gifford cada vez que sube la marea.
El lugar es un espanto, pero es el único refugio que pueden conseguir por el momento, ni hablar del pueblo fantasma, que parece haber salido del peor cuento de terror (se entiende). Las mujeres desconocen el pasado de la mansión y de las tragedias que allí ocurrieron, pero nada puede ser peor que los acontecimientos de los que están escapando. ¿O sí?
Como era de esperar, al poco tiempo de su llegada, las cosas se empiezan a complicar. Ruidos y presencias extrañas acechan la casa y más precisamente a Edward, uno de los niñitos del grupo que no dice palabra desde la reciente muerte de sus padres.
Eve está convencidísima de que hay algo raro en este lugar y pronto sus sospechas se hacen realidad cuando los chicos a su cargo empiezan a desaparecer y experimentar confusos accidentes. La chica tendrá la ayuda del piloto Harry Burnstow (Jeremy Irvine, ¿se acuerdan del muchachito de “Caballo de Guerra”?) para tratar de esclarecer tanto misterio, hasta que descubre la historia del pequeño Nathaniel Drablow y su madre Jennet Humpfrye, la merodeadora y vengativa figura fantasmal, también conocida como la Dama de Negro.
Más allá del contexto y de que esta vez las víctimas están al alcance de la mano, la historia de “La Dama de Negro 2” (The Woman in Black 2: Angel of Death, 2014) no sufre alteraciones, no agrega datos, ni vueltas de tuerca, sólo vuelve a repetir la misma fórmula que su antecesora. La única diferencia se da en la relación que se establece entre Eve y el pequeño Edward –blanco principal de este espíritu maligno-, donde el pasado de la maestra puede jugar un papel importante.
Harper logra mantener el clima tenebroso que la película necesita, pero no hay nada que haga que se destaque dentro del aluvión de films terroríficos que nos invaden año tras año. La historia, las actuaciones y la puesta en escena son correctísimas y no aburren, y hasta logra que las obviedades no sean tan molestas. Entretenida y previsible, para mirar un domingo de lluvia… amenos que les de miedo.