Existe un fantasma en busca de venganza generando distintos climas y donde también predomina un estilo gótico.
La primera entrega en el 2012 se encontraba protagonizada por Daniel Radcliffe con la dirección de James Watkins. En cambio en esta segunda parte su director es Tom Harper y es otro el elenco. Ambientada en 1941 durante la Segunda Guerra Mundial en Inglaterra, vemos Londres hecha pedazos por los alemanes y un grupo de niños rescatados son guiados por la directora Jean Hogg (Helen McCrory) y la señorita Eve Parkins (Eva Parkins), entre otros adultos a un lugar seguro. Luego de viajar a través de diversos medios de transporte llegan a Crythin Gifford, un pueblo rural abandonado. Se alojan en la casa Eel Marsh que se encuentra en ruinas y situada en una isla separada de tierra firme por Nine Lives Causeway, un camino empantanado.
Todos se encuentran en este lugar como en un refugio luego del terror de la guerra. En el grupo existe un niño muy especial Edward (Oaklee Pendergast, "Lo imposible") este no habla, ha quedado huérfano y como si fuera una madre la señorita Parkins le presta la mayor atención, pero todos ellos comienzan a sentir una presencia maléfica, aparece el espíritu vengador de “La Dama de negro, el ángel de la muerte” esta ha perdido a su hijo en el pasado y comienzan a suceder una serie de hechos inesperados. Ella cuenta con la ayuda del joven piloto Harry Burnstow (Jeremy Irvine “Caballo de guerra”, “Un pasado imborrable”) pero ambos ocultan un espantoso pasado.
La historia es bastante oscura y a lo largo del mismo mantiene un estilo gótico, los colores que predominan son: los apagados, grises, marrones y negros, poca luz y los paisajes tienen una niebla espesa. El fantasma aparece en un principio fugazmente, luego se intensifica y surgen varias situaciones que producen más de un sobresalto. La historia del piloto Burnstow y la de la maestra Eve son interesantes pero no supieron aprovecharla, en una de las escenas se intenta darle un giro final pero termina siendo previsible. Ideal para los fanáticos del género sin muchas pretensiones y para las nuevas generaciones.