Acá tenemos otro estreno basado en un gran libro.
“La dama de negro” es uno de los mejores relatos góticos de fantasmas que se escribieron en las últimas décadas. De hecho, creo que es lo mejor que se hizo en el género desde los cuentos del maestro Joseph Sheridan LeFanu, el mejor escritor que trabajó con estos personajes en el pasado.
El libro de Susan Hill hoy es un clásico y en Europa es super popular principalmente por la adaptación teatral inglesa que es un éxito en Londres desde hace muchísimos años.
También se hizo un film para la televisión del Reino Unido en 1989.
La película que llega a los cines esta semana producida por la emblemática productora Hammer, que resucitó hace unos años con el film Wake Wood, es una propuesta que evoca el espíritu que tenían los viejos filmes de esta compañía en los años ´60 y ´70.
La dirección corrió por cuenta de James Watkins, responsable de la excelente Eden Lake.
Es interesante ver la manera en que trabajó el género en esta historia, ya que el terror acá es elaborado desde un enfoque completamente diferente. Eden Lake era una historia más realista, cruda y brutal en lo referido a la violencia, mientras que La dama de negro se centra más en las atmósferas y los climas de misterio que creó el director con su narración.
Watkin en definitiva recuperó los dos elementos clásicos del cine de la Hammer de aquellos días que se destacaban por ser historias con buenos actores y terroríficos escenarios.
Hay un montón de cosas que me gustaron de este film como la ambientación gótica y depresiva del pueblo donde se desarrolla el relato, todos los detalles que tiene la macabra mansión donde Daniel Radcliffe pasa una noche y los efectos sutiles con los que el director tortura a los personajes.
El problema que tiene esta película es que la hicieron demasiado tarde.
Desde el estreno de La llamada, los relatos con fantasmitas vengativos se explotaron a más no poder tanto en el cine asiático como en Hollywood y el concepto de este film la verdad que se ve muy afectado por eso, ya que no aporta nada nuevo.
Cuando la novela de Susan Hill salíó a la venta en 1983 fue un furor porque no había demasiadas historias como estas en ese momento, pero en la actualidad el desgaste de estos conflictos se sienten en el cine.
La dama de negro hoy la verdad que está lejos de ser una propuesta aterradora y el giro sorpresivo que funcionaba en los ´80 por estos días está demasiado quemado y la verdad que no resulta muy efectivo.
No ayudó tampoco que en este film le dieran al conflicto un cierre más sentimental que el que escribió la autora en el libro.
Daniel Radcliffe, quien prácticamente está en todas las escenas del film, brinda un muy buen trabajo en esta producción y la verdad que eligió una buena opción para desprenderse de Harry Potter.
Acá lo vemos en un rol totalmente diferente y la verdad que está muy bien.
Lo que vayan al cine en busca de un film nostálgico que evoca el terror inglés de la vieja escuela son los que probablemente disfrutarán más este film.
Reitero, está muy bien hecha la película y tiene algunos momentos interesantes, pero se acordaron tarde de llevar esta historia a la pantalla grande.