El pueblito de los fantasmas
Nuestro archiconocido Daniel Radcliffe, quien llegó a la fama gracias a la saga Harry Potter, vuelve a la pantalla grande para interpretar un papel protagónico más adulto dentro de un film de suspenso y terror de producción inglesa e íntegramente rodado en dicho país.
Se trata de la segunda película dirigida por James Watkins, remake de una película de 1989, basada en el éxito homónimo de la escritora inglesa de best sellers Susan Hills. La dama de negro es una historia ambientada en la Inglaterra rural de principios de 1900, en un pequeño pueblito donde ocurren muertes misteriosas rodeadas de eventos sobrenaturales. Se destaca justamente la ambientación en estilo victoriano, además de la presencia de vestuario y juguetes a cuerda de la época que colaboran en crear atmósferas tétricas ideales para un mayor suspenso en la audiencia.
La actuación del joven Radcliffe está bastante bien, aunque a lo largo del guión no lo vemos envuelto en momentos de gran dramatismo que requieran mucho despliegue actoral. De hecho, por momentos su personaje hace un poquito de ruido, al aceptar las muertes y los fenómenos que lo rodean de una manera bastante natural. En pocos momentos podemos verlo consternado o asustado y, durante la mayor parte del film, lo vemos casi corriendo detrás del peligro y de las apariciones fantasmales.
Las demás actuaciones, en particular las de los pueblerinos, por momentos se ven un poco forzadas y sobreactuadas. Efectivamente, el desarrollo de todo el guión es bastante obvio, sin grandes sorpresas a lo largo de la historia y, por momentos, nos van quedando cabos sueltos e incongruencias, como que un cuerpo de alguien fallecido en un pantano hace años haya permanecido prácticamente intacto.
Habría que ver si en la novela original había tantos elementos fuera de lugar. En este caso el guión fue adaptado por la pelirroja Jane Goldman, popular en nuestro continente por una serie de documentales sobre fenómenos ocultos y misteriosos, que fue emitida hace unos años por el canal Infinito.
Sin embargo, parece que lo que no invirtieron en guión y actuaciones secundarias sí lo invirtieron en arte, efectos visuales (muy del estilo de La llamada) y la banda sonora, que estuvo a cargo del famoso compositor Marco Beltrami, quien cuenta en su haber con las músicas originales de 77 películas, todas de acción, suspenso y terror, entre las que se destacan la secuela de Scream, Terminator 3, Blade, Resident Evil y muchas otras.
En pocas palabras, se trata de una película más que no pasará a la historia del séptimo arte ni por éxito comercial ni por mérito cinematográfico, pero que logrará mantener alerta, y por momentos alterados a los espectadores.