Todo va girando en torno de llegar a una conclusión, un padre que desde el dolor y la culpa intenta sobrellevar el fallecimiento de su pequeño hijo mientras su matrimonio y su vida se derrumba, busca entender que pasó. Por otra parte el médico Nariman que conoció a la victima quiere saber qué relación hubo entre el accidente y el deceso del niño.
También es muy interesante el papel que juegan los personajes secundarios: La esposa de Moosa, Leila (Zakiyeh Behbahani) y el colega de Nariman, Sayeh Behbahani (Hediyeh Tehrani), van procesando la solución, llevan su dolor y van prestando mucha atención a estos hombres.
El director realiza una interesante presentación de esta conmovedora historia, luego vamos viendo a cada uno de los personajes, estos le van dando buenos matices a sus interpretaciones, impecables actuaciones de: Amir Aghaee (Nariman) y Navid Mohammadzadeh (el padre), se siente su vacio, desesperación, angustia, ahogo, furia y locura. El film se complementa con una muy buena fotografía y la buena elección de los colores entre blanco, negro y gris. Todo su desarrollo va poniendo constantemente en clima al espectador y este finalmente tendrá que hacer su lectura.