Acá nos encontramos con un caso similar a lo que fue La importancia de ser invisible, con Emma Watson, donde un escritor es el encargado de adaptar en el cine su propio libro.
Se trata de la novela “La delicadeza”, de David Foekinos que fue editada en Argentina por Six Barral.
La película brinda una historia de amor que es interesante pero cuenta con una narración aburridísima que genera que con el tiempo uno vaya perdiendo el interés por las cosas que les suceden a los personajes.
La trama está buena y presenta un lindo cuento sobre las segundas oportunidades en el amor, pero el exceso de situaciones redundantes en el que cae la narración de la película hace que el conflicto en un momento se estanque y demore en desarrollarse.
El autor de este libro realizó la adaptación para el cine junto a su hermana Stéphane y es probable que en manos de otro director La delicadeza hubiera resultado una propuesta mucho más atractiva.
La buena noticia es que el film por lo menos tienen muy buenos actores donde se destacan Audrey Tautou (Amelie) y muy especialmente Francois Damien, quien es el responsable de evitar que esta producción se convirtiera en un bodrio.
Desde el momento en que el actor aparece en la trama la película cambia por completo y se vuelve más interesante y entretenida.
Damien interpreta un sueco de aspecto extraño con serios problemas para desenvolverse en las relaciones sociales que por esos misterios del amor encandila a la protagonista.
Con la aparición de este personaje La delicadeza entra en el terreno de la comedia romántica y la película se vuelve mucho más llevadera.
No representa lo mejor que vimos de Audrey Tatou pero es una propuesta romántica que zafa si uno le tiene paciencia a los baches narrativos de los directores