El amor después del amor.
En 2009, el escritor francés David Foenkinos escribió la obra La Délicatesse, el bestseller que lo hizo famoso. En 2012, junto a su hermano Stephane decidieron llevar esa historia a la pantalla grande. No es la primera vez que ambos hacen cine, pero sí la primera que trabajan juntos. Bajo la dirección de éstos, la bella Andrey Tatou (Amelie) asume el papel de una viuda joven que debe afrontar el duelo y salir adelante, hasta que un compañero de trabajo de origen sueco, le permite pensar en la posibilidad de renacer detrás de las cenizas.
Nathalie Kerr, es una bella joven muy enamorada de Francois (Pío Marmai) hasta que una vez casados, él fallece en un accidente de tránsito. La vida de ella comienza a transformarse, su paso por el camino del duelo es sombrío, distante y focalizado en eso que ella mejor sabe hacer: trabajar. Sus sentimientos quedan retenidos en último fotograma de ellos juntos y desde ahí, nos toparemos con una Nathalie que el dolor la consume. Con el paso del tiempo, un día como cualquier otro, en sus momentos de distracción pensando en el pasado, entra a su oficina su empleado sueco de nombre Markus (François Damiens) y lo besa.
Ese beso para él, es el signo de una posibilidad que antes ni habría imaginado (aunque ella no recuerde ese acto de arrebato). Ese beso será el inicio de una mezcla de amistad y amor, que podrá a la bella protagonista en inicio de una nueva vida.
Las actuaciones son más que acertadas. Andrey Tatou es una actriz que captura la pantalla y nada de lo que pase si no está ella, no parece tener sentido. Salvo que en este filme, nos encontramos con François Damiens, quien hace un papel excelente. Una mezcla perfecta de ingenuidad, humor e inteligencia. ¿Cómo un tipo tan simple puede conquistar a tan hermosa mujer? – esa será una gran pregunta dentro de la historia – y la respuesta será mucho más profunda y simple, como lo es él.
Con planos abiertos que nos permiten descubrir la vulnerabilidad de ella, y planos más cerrados para focalizar la seguridad de él. La Delicadeza es una película triste que pone el tono de comedia justo para salir del cine con la sensación de que la muerte es solo un paso más de esta vida, que podemos quedarnos ahí esperando que todo pase o, tratar de descubrir que detrás de lo que menos esperábamos, está la felicidad.