Elogio del alma de los clubes chicos
Comeuñas (Armando Bo) sabe que está mal, no debe jugar más. Ya va a retirarse de la cancha, cuando surge la jugada que puede definir el partido. Es Argentina vs. Brasil, es la oportunidad de irse cumpliendo como corresponde. Es «Pelota de trapo», una de nuestras más grandes películas. José (Carlos Issa) también sabe que está mal, no debe jugar más. Pero no va a retirarse de la cancha, porque ni siquiera entró, hace meses que se pasa esperando en el banco sin que lo llamen. Hasta que surge la oportunidad que puede definir la vida del club. Es Juventud Unida vs. Cualquiera, pero es la ocasión de retirarse aunque sea con los honores de una tarde. Es «La despedida», una de nuestras buenas películas del año.
Buena, ésa es la definición, aunque tal vez pudo ser todavía mejor. No importa. Como una linda final de campeonato, la película tiene atractivo, nervio, momentos de emoción y otros de agotamiento y recuperación, expectativas crecientes, vivezas y avivadas, sueños y esfuerzos agónicos, trabajo de conjunto, lucimiento individual, trasfondos mezquinos, entregas silenciosas, y sabor agridulce. Es un elogio de la amistad, de la esposa compañera, del tipo que pasa la semana en el yugo pero los fines de semana quiere sentirse un deportista hecho y derecho, es un elogio del alma de los clubes chicos. Y como buen elogio argentino, a algunos un poco les brinda su admiración, y un poco les toma cariñosamente el pelo.
Juan Manuel D Emilio, el Chavo D Emilio, se llama el autor, que a los 20 años se metió en el cine publicitario, ya acumula docenas de premios internacionales y cuentas envidiables, fue colibretista de la curiosa experiencia cine-automovilística «La leyenda», y hoy es director general creativo de McCann (no confundir con MacCan). Junto a él se lucen Carlos Issa en su primer protagónico, Natalia Lobo, que debería seguir en el cine, Héctor Díaz, Gustavo Castellano (como el DT de canoro apellido) y Fernando Pandolfi, recordada estrella de Vélez que no defrauda como actor.
Coproducción Carrousel Films con Pampa Films, rodaje en Mar de Ajó y Santa Teresita, a instancias del productor ejecutivo, natural de esos pagos. Ah, otro mérito: dura lo justo, sin alargue.