El Castor le dará una mano
Jodie Foster es la encargada de dar vida a este interesante film y como de doble vidas se trata, ella misma se sumerge en la dirección y en la actuación.
El caso de Mel Gibson es distinto y él solo interpreta a Walter Black, pero de manera correctísima y creíble, en esta fábula donde el foco de la cámara se sitúa en la familia Black y su montaña rusa de sensaciones.
La película comienza con un Walter Black en declive, donde pasa de ser un exitoso ejecutivo de juguetes y hombre de familia, a un hombre atormentado por sus propios demonios que llega a sumergirse en una profunda depresión.
Los motivos de la depresión pueden ser mucho, pero lo importante es como intenta salir de ella, ya que luego de intentar quitarse la vida, termina oprimido por la tv y hablando con un títere de castor que promete sacarlo de ese atormentado estado.
Si bien esto puede parecer una locura, el castor le devolverá con su compañía inseparable la confianza para afrontar los vestigios de una vida totalmente en ruinas.
La historia es mucho más que una comedia o un drama, habla del lugar en el cual el ser humano se sitúa para enfrentar el día a día. Quizás detrás de una sonrisa, una personalidad sociable, una máscara, un acto ermitaño o un muñeco que habla por uno.
Foster busca captar la atención y la reflexión del espectador, y logra hacerlo. ¿Es posible amar a alguien distinto, que busca recuperar su familia desde la locura?
La respuesta quedará en cada asiento del cine, pero lo que sí deja claro es que la película moviliza y se fortifica con los planos, la música y las buenas actuaciones de todos, incluyendo al castor.
Con un reparto bien seleccionado, Anton Yelchin interpretando a Porter, un hijo que desea no parecerse a su padre, Jennifer Lawrence la actriz de Lazos de sangre (Winter’s Bone, 2010) que intenta recluirse en la belleza y el estudio, para dejar atrás un triste suceso y Riley Thomas Stewart como el hijo menor que aprende a aceptar a su padre tal cual es, con castor incluido.
Jodie Foster luego de su última realización, Feriados de familia (Home for the Holidays, 1995), regresa a filmar sobre la familia, pero esta vez bucear en aguas aún más profundas, para dar como resultado un film que merece ser visto e interpretado.