El Rey y el guardia
Reynaldo Galíndez, al quien llaman “Rey” (Matías Encinas), es un joven que busca escapar de su destino como delincuente. Al escapar de su primer robo, cae en el patio de la casa de un guardia de seguridad retirado, Carlos Vargas (Germán de Silva). Vargas le propone no entregarlo a la policía, a cambio de que repare el vivero de su esposa que dañó. Allí comienza la historia de ambos personajes y la relación padre-hijo que van formando.
La educación del rey propone una historia que atrapa al espectador. Junto al montaje y la selección de música, se genera un clima de acción e intriga que lleva a preguntar al espectador que va a pasar con los personajes.
Lo mejor de la película son las actuaciones de Matias Encinas (Rey) y Germán de Silva, los personajes principales que logran formar una relación especial. Ambos hacen que entremos en el mundo de su familia y sus vidas, con sus problemas y (pocas) alegrías.
La película no muestra nada diferente, se inscribe dentro de un escenario donde las películas sobre delincuentes son exitosas, y gustan al público nacional, pero no resalta demasiado. No llegamos a empatizar con sus personajes ni a entender el verdadero mensaje que promueve la historia. La educación del Rey es solo otra película sobre el aprendizaje y los códigos dentro del ámbito policial y delincuente.