Ya lo hablamos la semana pasada a la hora del estreno de Una buena mentira, Hollywood no pierde la oportunidad de captar directores extranjeros cuando estos obtienen algo de reconocimiento en su país de origen.
Michäel Roskam sorprendió cuando su oscura y visceral Rundskop fue nominada al Oscar a Mejor Película de habla No Inglesa hace tres emisiones. De inmediato cedió a la tentación y llevó toda su carga de tensión de Bélgica a Estados Unidos, y el resultado de dicho traslado es "La Entrega", un thriller con fuerza y mucho más convencional.
La historia podríamos decir que se maneja por dos carriles que inevitablemente se unen gracias a su protagonista en común. Bob (Tom Hardy en una actuación intensa y fluctuante) trabaja como barman en un pub de Brooklin, su existencia no lleva sobresaltos. Pero acontecen dos sucesos, por un lado rescata a un perro de la basura y termina relacionándose con Nadia (Noomi Rapace, otra captada por Hollywood, correcta, en busca del gran papel en la meca).
Por otro, unos ladrones entran a robar y terminan llevándose un dinero peligroso. Marv (james Gandolfini, a quien seguimos despidiendo en roles muy destacados), es el dueño del bar, es el primo de Bob, y mantiene fuertes conexiones con la mafia chechena que utiliza el lugar como una suerte de aguantadero o punto de encuentro.
Sobre estos elementos trabaja el guión de Dennis Lehane, que se encargó de adaptar su propia novela luego de ubicarse en el candelero con "Río Místico", "La Isla Siniestra", y "Desapareció una noche"; partiendo de anécdotas para ir enturbiándose cada vez más. De estas tres “fuentes".La Entrega tiene varios puntos en común con "Desapareció una noche" y algo de "Río Místico" aunque con menos carga dramática.
Hardy se carga el film al hombro y su personaje va cambiando del ser inocente y solitario a algo mucho más profundo y complejo. Es de esas películas en las que nadie es completamente limpio. Roskam se deja llevar, expone violencia fuerte siempre dentro de los cánones de la gran industria, no teme ensuciarse las manos y carga al film de un clima denso y extraño que se relaja con bienvenidas dosis de humor y toques románticos.
Existe la idea de que cualquier cosa puede pasar y eso es lo que va envolviendo al espectador más y más mientras aquello deja de ser un hecho efímero para complicarse meteóricamente; todo hasta llegar a un final fuerte, sin adelantar pero intenso y que puede despertar alguna discrepancia. En la balanza, sobresale más el guión estructurado por Lehane, hermético y pergeñado con precisión.
La labor de Roskam como director es correcta y logra imprimir un tono oscuro aún en los momentos más livianos, pero también se presiente cierta idea de querer imitar lo logrado por los anteriores directores de las obras de Lehane, claramente, "La Entrega" es un film de estudio, y por encargo.
Intensa, envolvente, misteriosa, La Entrega es un film de esos que enmarcan la navidad desde otro costado. Aquellos que no pueden descansar de una buena trama de suspenso ni aún durante los periodos festivos están de parabienes.