Los hechos ocurren varios años después de la tercera entrega de la saga. La hija única de Manny y Ellie, se ha convertido en una mamut adolescente y se acompaña de un pequeño topo, Loui.
Scrat, la ardilla prehistórica, intenta enterrar su bellota en la cima de una montaña, causando una enorme grieta que la hace caer por las distintas capas de la Tierra hasta llegar al núcleo y provocando la división de los continentes. La formación de los mismos embarcará a los tres protagonistas -Diego el tigre dientes de sable, Manny el mamut, y Sid el perezoso- en una nueva aventura en la que, expatriados en un pedazo de hielo, andarán a la deriva mientras la Tierra se reorganiza.
En su aventura se enfrentarán a tormentas, tifones, piratas, tramposas sirenas e incluso cangrejos gigantes que se interpondrán en su camino.
En esta 4ta. entrega se suma un simpático personaje: la abuela de Sid, una vieja perezosa rezongona y sin dientes, que se salva de todas las instancias peligrosas; y además se introduce un villano que está a la altura de las circunstancias: un orangután pirata que viaja en un barco de hielo y que cuenta con una tripulación de lo más heterogénea.
Dirigida por Steve Martino y Mike Thurmeier, la cuarta entrega de Ice Age no tiene nada demasiado nuevo que contar. Como es de suponer, son más divertidas las desopilantes intervenciones de Scrat y la búsqueda de su bellota, que cualquiera de las aventuras vividas por los demás personajes.
Antes de la película se proyecta un simpático cortometraje que tiene como protagonista a Maggie Simpson, la hijita menor de Homero y Marge, en la que es dejada en una guardería y debe lidiar con un compañerito de lo más violento.
Sólo para acompañar a los más chicos o para no quedar afuera de la saga, si es que sa han visto las 3 entregas anteriores. Si bien entretiene y se disfruta, las aventuras de sus personajes resultan algo olvidables y uno siente que no se perdería nada de no haberla visto...