Una fórmula gastada
A 14 años de "La era de hielo" original, ¿qué gracia puede tener la popular ardilla Scrat tratando de atrapar a su escurridiza bellota? Es el mismo chiste de siempre. Pero mientras siga habiendo buenos resultados en la taquilla se seguirán estrenando películas como "La era de hielo: choque de mundos", una secuela en piloto automático. La quinta entrega de la saga está apoyada casi en su totalidad en el humor físico: saltos, golpes y gritos. El problema es que este tipo de recurso agota y hasta llega a irritar si no hay una historia que lo sostenga. Y en este caso la historia brilla por su ausencia: por un lado los personajes deben salvar al mundo del choque de un meteorito, y por otro lado está el mamut Manny celando por demás a su hija Morita, que se puso de novia con un mamut bueno pero torpe. Y eso es todo. Los personajes han sufrido un gran desgaste desde la original y no se han renovado. Y los pocos guiños para los adultos están forzados y no causan gracia. El trabajo de animación de los estudios Blue Sky es excelente, pero con el nivel que ha alcanzado el cine de animación en los últimos años esto solo ya no alcanza. Hace falta una historia, y personajes con más carisma, aunque el público, de todas maneras (y más en vacaciones de invierno) siga llenando las salas.