La última gota de la fórmula
Bueno, parece que la quinta es la vencida. La franquicia de "La era del hielo" ya había dado señales de agotamiento con su último trabajo estrenado en 2012. Esta quinta entrega confirma que la cosa no da para más. Es decir, siempre vamos a querer a Sid, Manny y Diego (y Scrat), pero me parece que es hora de despedirnos de ellos. No hay más para ofrecer.
Sus aventuras fueron divertidas, algunas más espectaculares y emocionantes que otras, pero ya es hora de dejarlos descansar para bien. Si siguen en esta línea, sólo van a desgastar una historia que si bien no fue excelente, se ganó el corazón y simpatía de chicos y grandes. Además aceptémoslo, los demás personajes que se fueron sumando a la saga si bien algunos resultaron divertidos, nunca llegaron a tener la importancia del trío protagonista original.
En esta ocasión nuestro trío se enfrenta nuevamente al fin del mundo materializado en un gran meteorito cuyo curso incluye la colisión con el planeta Tierra. Adicionalmente deberán enfrentarse también a un grupo de pájaros carnívoros gigantes que buscan alimentarse y hacer el mal porque sí.
El planteo en sí no es de lo mejor, pero el peor problema está en la forma de resolver ese planteo básico. La solución para desviar el curso del meteoro es tonta y se le ocurre al personaje de Buck que por momentos deja pintados a los protagonistas que realmente nos interesan. Hay también una subtrama de conflicto entre Manny y su nuevo yerno que no surte efecto y aburre.
Se perdió el carisma. Esta última aventura parece algo sencillo pensado para tv, con una trama pequeña, sin importancia, con algunos vestigios de lo buena que fue la franquicia, pero eso sólo señala lo obvio: "La era del hielo" agotó sus recursos y llegó a su fin. Espero que no le quieran seguir exprimiendo jugo hasta reventar algo que fue bueno y divertido.