Lo que tenía de original y simpática La era del hielo (Ice Age), cuando salió en 2002, le consiguió una nominación a los Oscar y el cariño del público. Pero lo que hacía adorable al film de Chris Wedge y Carlos Saldanha se pierde en la quinta parte de la franquicia que, con el afán de usar a personajes que en el pasado habían enganchado a las audiencias, se torna disparatada y poco efectiva.
En las diferentes entregas de la saga se ha visto de todo: el deshielo, los dinosaurios y la eterna lucha de Scrat por conseguir su bellota. La era del hielo: Choque de mundos (Ice Age: CollisionCourse), no es más que todo eso puesto casi al azar, justificado por una trama que hace parecer que fue pensada en apuros. Scrat, enceguecido por su bellota, enciende una nave que lo lleva al espacio y, perdido a lo Sandra Bullock en Gravedad (Gravity, 2013), provoca que choquen los planetas y que una lluvia de meteoritos amenace a la Tierra. Manny, Sid y Diego, los protagonistas de los films anteriores, se dan cuenta del problema y se refugian junto a sus familias.