El Armagedón
Nueva incursión de los personajes prehistóricos que ya se han ganado un lugar de privilegio en las películas animadas. En esta oportunidad La era de hielo: Choque de mundos (Ice Age: Collision Course, 2016) de Galen T. Chu y Mike Thurmeier, mezcla géneros y toma referencias de clásicos films live action para construir su nueva propuesta.
La película gira en torno a dos problemáticas bien diferentes: una relacionada a los denodados intentos de Scrat por poder seguir a su amada bellota, y en el transcurso poder evitar que la tierra colisione con un meteorito, y la otra, que bucea en los sentimientos de Manny al enterarse que su hija está por irse.
Entre el posible choque de mundos y la lucha de Manny por evitar que el nido quede vacío, los personajes secundarios harán lo posible con esta historia, que una vez más apela al gag y el punchline para suplantar cualquier vacío que la trama posea o explicación que se le exija. Manny debe, además de buscar un lugar para proteger a los suyos, mantener a su familia unida y celar a su yerno, de una manera tan obsesiva como irracional.
Además, en el constante apelar a la cultura popular, la película puede hacerle guiños a aquellos espectadores adultos que asistan con los más pequeños, en una suerte de empatía que debe ser colocada con fórceps para mantener el interés en la pantalla.
La era de hielo es una de las sagas más taquilleras del cine de animación, y ubica a sus protagonistas como referentes del panorama actual de las películas realizadas en la materia, pero con el correr de las entregas la frescura original se ha ido perdiendo, y excepto Scrat, ese eterno buscador de sueños, el resto fue evolucionando hacia un lugar secundario en el que la “humanización” de sus caracterizaciones les ha jugado en contra.
Y pese a los intentos de caer simpática, salvo alguna que otra escena en la que Scrat hace de las suyas en el espacio, La era de hielo: Choque de mundos pierde su frescura y originalidad en el intento de emular a films de género y ponerse seria cuando debería mostrarse más juguetona y entretenida.