La era del rock es un cuento de hadas rockero que van a disfrutar muy especialmente todos aquellos que sea seguidores de Bon Jovi, Skid Row, Cinderella, Def Leppard o L.A. Guns, ya que retrata con mucha precisión y humor un momento histórico del rock como fue la movida musical que se desarrollo en Los Ángeles a mediados de los años ´80 que impulsó a grupos memorables.
En un punto es la contracara de Mamma Mía donde por lo menos acá hicieron un musical con canciones decentes.
Esta historia surgió en el off Broadway en el 2006 y debido a su éxito luego la obra pasó al circuito más comercial de Nueva York.
El director Adam Shakman encaró la adaptación cinematográfica con un enfoque similar a lo que hizo en la remake de Hairspray.
Es decir, le dio los roles principales a figuras no muy conocidas y los rodeó de grandes actores.
Julianne Hough, la atractiva y talentosa protagonista viene de la versión yankee del Bailando por un sueño (que es un certamen de baile que no tiene nada que ver con la berretada que se hace en Argentina), donde ganó dos veces. Era una de las bailarinas que acompañaba a la figura conocida y desde hace un tiempo empezó a tener protagonismo en Hollywood.
Diengo Boneta, por otra parte, surgió en la remake mexicana de Rebelde Way (la serie de Cris Morena) y en Estados Unidos se hizo conocido por su trabajo en la nueva serie de Berverly Hills 90210.
Ambos están excelentes en La era del rock y presentan una gran labor en los momentos musicales.
Sin embargo, quien se roba literalmente la película con un personaje memorable para su filmografía es Tom Cruise y su interpretación del rockero Stacee Jaxx.
Un personaje claramente influenciado por los cantantes Sebastian Bach (Skid Row) y Bret Michael (Poison), quienes en la vida real fueron protagonistas de situaciones parecidas a las que se muestran en el film con Jaxx.
Hace muchísimos años que Cruise no la pegaba con un personaje donde pudiera destacarse como actor y acá además brinda un muy buen desempeño en la comedia.
En esta película tiene momentos desopilantes.
Alec Baldwin que viene atravesando un período tremendo en su carrera con roles cómicos también es una de las grandes figuras de este film junto a Paul Giamatti.
La trama no es gran cosa, pero el director Shankman se las ingenió para brindar un film muy divertido que evoca un montón de canciones y bandas del rock que vivieron momentos importantes dentro de esa burbuja glam que se originó en la ciudad de Los Ángeles en los ´80.
Disfruté mucho de este film y definitivamente lo recomiendo.