La ciudad se divide de norte a sur por la Avenida Rivadavia. El sur pobre, el norte rico. Allí en el sur pobre, se encuentra la escuela Manuel Mujica Láinez, en la Villa de Lugano, y recibe alumnas y alumnos que viven en los barrios de Lugano, Samoré, Nágera, Cildáñez, Copello y Mataderos, principalmente.
La escuela está ubicada al costado del parque Indoamericano. Los primeros días de diciembre de 2010, más de tres mil familias tomaron el Parque. Reclamaban viviendas dignas, un derecho por el que no obtenían respuesta por parte del gobierno de la ciudad. A partir de una denuncia del gobierno porteño, el 7 de diciembre comenzó un operativo para desalojarlos. Participaron efectivos de la Policía Federal y Metropolitana, quienes dispararon con gases, balas de goma y de plomo. La resistencia al desalojo y la represión continuaron durante largas horas. Hubo tres muertos: Bernardo Salgueiro, Rosemary Churapuña y Emilio Canaviri Álvarez. La toma duró una semana. Llegaron a un acuerdo. La escuela, durante la toma, siguió funcionando y recibió a los chicos y chicas del barrio.
En 2105, Flori, una docente nueva, decidió formar un taller para saber cuál era la mirada de los jóvenes sobre el barrio y reflexionar sobre la realidad que viven. Durante el taller surge la idea de participar del encuentro Jóvenes y Memoria que se realiza todos los años en Chapadmalal donde acuden jóvenes de diferentes localidades de la provincia de Buenos Aires. El proyecto que desarrollan consiste en hacer un mapeo. La película es el registro de ese proceso donde aparecen las diferentes miradas de los jóvenes y los problemas que enfrentan dependiendo del lugar donde viven, asentamientos, villas o en los edificios. La discriminación, la xenofobia, la estigmatización, el acoso callejero, el abuso policial, la violencia y la intolerancia son algunas de las cuestiones con las que tienen que lidiar cotidianamente tantos alumnes como docentes. Todo esto inmerso en una realidad compleja en uno de los lugares más abandonados por los gobiernos de turno.
El rodaje está lleno de frescura, espontaneidad y sinceridad, los chicos y las chicas que participan del taller dibujan el lugar donde viven, cantan y reflexionan sobre quiénes son, qué los une y qué los enfrenta.
Los pibes y pibas de la Mujica Lánez fueron a mostrar sus conclusiones sobre cómo lograron, durante un año de trabajo y de diálogo, integrar los diferentes barrios que abarca la escuela y superar los enfrentamientos, el racismo, los prejuicios y la discriminación para finalmente concluir que pertenecen a una misma clase.
Según cuentan sus directores, Lisandro González Ursi y Diego Carabelli “Con este documental buscamos retratar esa potencia que se genera únicamente en el aula, en su día a día, esas escenas que solamente pueden ver lxs docentes y sus estudiantes, pero que para el resto de la sociedad pueden llegar a ser algo lejano, desconocido o hasta rechazado. Por esto decidimos armar un equipo de rodaje con gente de cine que tuviera experiencia siendo docentes en el aula y, al mismo tiempo, trabajamos la composición musical con estudiantes de música de una escuela secundaria pública de la Villa 21-24.”
La Mujica Láinez es una escuela pública que cumple una función social que va más allá de la enseñanza de las materias curriculares, asiste, ayuda y contiene a jóvenes para lograr un lugar mejor en el cual vivir.