Permitirse la sensibilidad, esa es la propuesta de esta película sencilla, que llega a la emoción de la mano de dos grandes actores, Terence Stamp y Vanessa Redgrave. Una reflexión sobre el dolor y la posibilidad de sobrevivirlo, sin golpes bajos, mostrando a estos adultos mayores dispuestos a no darse por vencidos y a un hombre que aprende tarde a liberar sus emociones para ser mejor.