La esencia del amor

Crítica de Gabriela Avaltroni - Función Agotada

Papelnonos

Marion y Arthur son un matrimonio mayor. Ella está enferma y asiste todas los días a un centro de jubilados a tomar clases de canto en compañía de amigos de su misma edad. Él, en sus tardes libres aprovecha para jugar al dominó con sus amigos en el bar. Arthur, es una persona poco tolerable y amigable, excepto con el amor de su vida.

Con actores, como Terence Stamp y Vanessa Redgrave, se podría a ver logrado un film como Lejos de Ella, pero acá el guión desaprovecha esa oportunidad.

El coro de adultos se prepara para una competencia, Marion ensaya la canción True colors y con muy pocas energías se la dedica, frente a un amplio público, a su esposo. Cuando la salud de Marion empeora, la relación entre Arthur y su hijo sigue el mismo curso. Cuando ella muere, Arthur tratará de mejorar la relación con su primogénito y se insertará como nuevo miembro en el coro.

El argumento de La Esencia de la Vida (Song for Marion) no es más que lo detallado anteriormente. La película no toma ningún giro inesperado, no sucede nada que no se haya contado anteriormente. Es un film estrictamente prolijo, lleno de cliché y sin lugar para situaciones inesperadas.

Lo meritorio es la calidad actoral de la pareja protagónica compuesta por Stamp (nada menos que General Zod en Superman 2) y Redgrave (Blow-Up). Podría decirse que Gemma Arterton agrega una cuota de simpatía pero sus modales tan ingleses no le permiten moverse con soltura.