En la sombra
“La Esposa” (The Wife, 2017) es una película dramática dirigida por Björn Runge y escrita por Jane Anderson. Basada en el best seller homónimo de Meg Wolitzer, el reparto está compuesto por Glenn Close, Jonathan Pryce (Gorrión Supremo en “Juego de Tronos”), Max Irons (Jared en “La Huésped”), Alix Wilton Regan, Christian Slater, Harry Lloyd (“La Teoría del Todo”), Annie Starke, entre otros. La cinta fue presentada en el Festival de Cine Internacional de Toronto del año pasado.
Connecticut, 1992. Joe Castleman (Jonathan Pryce) y su esposa Joanie (Glenn Close) se despiertan debido a que el teléfono está sonando. Joe atiende y recibe una gran noticia: en los próximos días deberá dirigirse hacia Estocolmo para recibir el Premio Nobel de Literatura. La pareja viaja junto a su hijo David (Max Irons), joven que también quiere ser escritor y le insiste a su padre para que le dé una opinión sobre su primer escrito. Esos días en Suecia harán reflexionar a Joanie sobre los años que pasó junto a su marido, las mentiras y tiempo que desperdició al estar siempre a su servicio.
Estamos ante uno de esos filmes en el que la temática no es innovadora (recuerda mucho a “Ojos Grandes” de Tim Burton) y los giros son previsibles desde los primeros minutos, sin embargo el relato nunca se vuelve aburrido. ¿Por qué? Por la gran actuación de Glenn Close y el inteligente guión.
La actriz compone a una mujer que vive a la sombra de su marido. Su función es acompañarlo a los eventos y, por sus expresiones faciales, sabemos que así no es como le gustaría que fuera su vida pero se limitó a aceptar su destino. A través de diversos flashbacks ubicados en la Nueva York de 1960 veremos cómo Joanie conoció a Joe en la universidad, donde él era profesor. A medida que la trama avanza los errores que cometió Joe se acumulan, haciendo que nos enfurezca tanto su personalidad como que siga defendiéndose a sí mismo.
La cinta se vuelve atractiva al mostrar el machismo que existía en ese entonces dentro del mundo literario, donde las novelas de las mujeres no eran aceptadas en editoriales solo porque no fueron escritas por un hombre. Aparte, en la actualidad de la pareja seremos testigos de lo agotador que puede resultar un viaje que tendría que ser placentero. El acoso de los fotógrafos, el itinerario por cumplir que no da respiro y los ensayos para recibir determinado premio hacen que incluso el espectador se sienta abrumado.
No obstante lo más importante radica en lo necesario que es el reconocimiento cuando una persona se esforzó muchísimo en su trabajo y la enorme diferencia que existe entre una crítica constructiva y una que solo se hace con maldad. Los diálogos en las diversas peleas que tienen el señor y la señora Castleman están maravillosamente estructurados y actuados, lo que hace que la película no pierda su ritmo.
Puede que “La Esposa” en su conjunto no se convierta en una cinta trascendente; sin embargo su feminismo, momentos cómicos cuando la discusión está en su nivel más alto y cómo se retrata la falta de libertad que puede haber en un matrimonio, entre otras cosas, hacen que la película sea correcta.