Robos y risas
Steven Soderbergh vuelve al ruedo con una nueva comedia que combina el humor con la acción en una trama marcada por un gran robo. Exacto, tal y como ocurriera con la trilogía de La Gran Estafa, a cargo del mismo Soderbergh. ¿Director que se copia a sí mismo o especialista que saber reinventarse? Pasen y vean.
Los hermanos Clyde y Jimmy Logan administran un pequeño bar en Carolina del Norte. Uno es el hombre de familia: casado, luego divorciado y con una hija. El otro va por el lado de la acción: veterano de guerra, soltero y con una mano menos, producto de su tiempo de servicio a la patria. Pero si hay algo que une a Jimmy y a Clyde es la convicción de ambos sobre la forma de triunfar en la vida. Y esta poco tiene que ver con tener un bar. Impulsados por una pequeña idea de Jimmy, que poco a poco va tomando forma, los Logan’s se plantearán el objetivo de robarse las ganancias de uno de los eventos más convocantes del año en su estado como lo son las 600 millas Coca-Cola, es decir, una carrera de Nascar. El plan, sencillo y libre de riesgos al principio, empieza a complejizarse y el número de involucrados en el atraco también se dispara rápidamente para darle a una historia ya de por sí atractiva sus elementos más jugosos.
Si establecemos la ineludible comparación con La Gran Estafa, hay que decir que Soderbergh vuelve a dar en la tecla tomándose todo el tiempo necesario para el planeamiento de lo que será el núcleo de la trama, o sea el robo. Planes, control de riesgo, pruebas piloto y, sobre todo, el reclutamiento de los recursos humanos, elementos que encuentran ese precioso equilibrio entre la generación de suspenso e interés en el espectador por lo que espera que pase, la construcción de las bases dramáticas de una historia que en cualquier momento podrá girar para cualquier lado con la dosis de humor necesaria para que estos particulares personajes funcionen en semejante contexto. Vale decir también que, en términos de comedia, esta obra poco tiene que ver con cualquiera de las entregas de las aventuras de Danny Ocean y compañía ya que lo que tenemos es un humor más atemporal y no de situación, más absurdo y propio de la parodia, pues nunca busca el chiste inteligente ni mucho menos, pero lo consigue sin caer en la vulgaridad. Todo un logro.
Y es en esa parte cómica donde el elenco no sólo dice presente sino que se luce prácticamente sin dejar fisuras. Los protagonistas de la cuestión, Jimmy y Clyde, están a cargo de Chaning Tatum (conocido de Soderbergh tras haber compartido set con él en Magic Mike) y Adam Driver (el famoso Kylo Ren de la nueva saga de Star Wars) respectivamente. Tatum, que ya hace rato supo demostrar que es mucho más que un conglomerado de músculos para hacer cine de acción, lleva el peso de protagonizar la historia y ésto lo consigue a partir de ofrecer el elemento del que “pone orden” en la historia cuando las excentricidades de quienes lo rodean afloran, aspecto que le da una estructura concisa al relato y a su vez permite el lucimiento de sus compañeros. Por su parte, Adam Driver se constituye como el perfecto coequiper y además aporta, desde una aparente inocencia, el toque ácido del relato con sus chistes negros sobre su mano faltante. Completan el elenco Daniel Craig, con un personaje desaliñado, burdo, bruto y todos los adjetivos existentes que se opongan a lo que representa su ya muy conocido Bond; Seth MacFarlane, que representa un poco ese tipo de humor que propone la película y que antes describía (con un personaje delicioso con acento inglés al más puro estilo de su Stewie de Padre de Familia); Riley Keough como la hermana sexy de los Logan; Katie Holmes en la piel de la ex esposa de Jimmy y Hilary Swank como la férrea agente del FBI, quien investigará las acciones de estos díscolos hermanos. Todos ellos, como las aristas de la misma figura, van dándole forma a un todo que, además de entretener y causar gracia, encuentra el tiempo de reflexionar sobre temas como el éxito, el destino o el karma, solo por mencionar algunos, con la profundidad que se merecen.
Un género por demás explorado como es éste que combina el crimen con la comedia encuentra un soplo de aire fresco de la mano de un gran director, un excelente elenco, una historia convincente y una banda sonora explosiva. Para no perdérsela.