Steven Soderbergh se divierte haciendo este tipo de filmes, imagino que desde la idea y siguiendo con la escritura del guión. Los actores elegidos saben que esa es la premisa, y los espectadores también se entretienen.
No busquemos otra cosa, no obstante algunas se presentan aunque no se despliegan, la manipulación del poder económico sobre la gente común. El abandono del Estado sobre aquellos que engañados fueron a una guerra sin sentido, volviendo menoscabados. O aquellos que son discriminados por cuestiones físicas o étnicas, u otros a los que la justicia los quiere poner como ejemplo de castigo aunque eso sea ilícito.
Principalmente se encuadra dentro de lo que se conoce como una comedia de acción, ya transitado varias veces por el realizador, sobre todo en la saga iniciada por “Ocean Eleven” (2001), conocida aquí como “La gran estafa”, lo único que justificaría el cambio de “Logan lucky”, algo así como “La suerte de los Logan”, en este caso se eligió en estas playas lo que no sólo perjudica sino que anticipa el desarrollo de la historia.
Con un sentido del humor simple y efectivo, sin demasiadas búsquedas estéticas, en tanto imagen, uso del color y la luz. Muy buena banda de sonido que por momentos cumple función narrativa y empática, y en otro la empleada como representación del espacio donde transcurren las acciones.
Una historia que plantea el tema de lograr el objetivo de despegarse de una fama, de manera inteligente, supuestamente mal ganada, sin moral ni ética. En ningún momento el filme abandona el objetivo de entretener, innegablemente interesado en brindar un viaje por el descaro de la locura, no creíble, siempre dinámico.
Seria apropiado decir que la realización repite muchos de los juegos “insolentes” y los engaños al espectador de la misma forma que la saga nombrada, finalmente explicadas.
Intentando revertir una maldición familiar tres hermanos, Jimmy (Channing Tatum), Mellie (Riley Keough) y Clyde Logan (Adam Driver), intentan llevar a cabo un gran atraco durante una importante carrera de coches en Concord, Carolina del Norte, Para ello necesitan de la ayuda de Joe Bang (Daniel Craig), sólo que éste está cumpliendo una condena excesiva en la cárcel del estado. Cada uno de ellos tendrá su historia personal, desarrollada a cuenta gotas, dando preponderancia casi absoluta sólo la que hace referencia a Jimmy con su ex esposa Bobbie Jo (Katie Holmes) en relación a la hija de ambos.
Las actuaciones están en lo más alto del podio, con Channing Tatum, cada vez más firme como actor, Adam Driver ya no es un descubrimiento, pero sorprende sobremanera Daniel Craig en un tipo de registro hasta ahora nunca abordado por el actor ingles.
Divertida, pero nada novedosa.