Los Logan son una familia de Virginia Occidental, conocidos por todos los lugareños como un clan que tiene pésima suerte. Es por esto que Jimmy Logan decide cambiar la mala fama que los persigue, y luego de ser despedido y ante la escases de dinero para poder seguir visitando a su pequeña hija, decide asaltar el autódromo local el mismo día que hay una gran competencia y por ende, una gran recaudación. Ayudado por su hermano y hermana y una familia de lo más extraña, Jimmy intentará cambiar la suerte de los Logan.
Steven Soderbergh vuelve al género de las estafas con La estafa de los Logan (Logan Lucky en su nombre original), luego de haber dirigido hace diez años, el cierre de la trilogía de la saga Ocean´s… y al parecer nadie le avisó a la guionista Rebecca Blunt sobre este dato; porque estamos a punto de ver algo ya visto.
Así es, La estafa de Logan podría llamarse La Gran estafa Sureña, y no pasaría nada, porque estamos ante exactamente la misma historia. Esto es bueno y malo a la vez, y pasaremos a explicar porque decimos esto.
Por un lado tenemos de nuevo personajes carismáticos, algunos gags bastante logrados y una estafa de esas tan imposibles, que nadie con un poco de sentido común se plantearía cuestionar. Pero al mismo tiempo todo esto ya lo vemos antes y mejor hecho en la trilogía protagonizada por George Clooney; dando como resultado que nada de lo que veremos en pantalla nos sorprenda o nos importe demasiado.
Los actores hacen lo que pueden con sus personajes clichés, y son los que logran sacar adelante esta película. Todo el elenco está bien, y es carismático en sus roles; pero no podemos dejar de mencionar y destacar las breves pero divertidas apariciones de Seth MacFarlane. Otro punto a favor es la química que hay entre todo elenco, en especial entre quienes llevan a cabo la estafa; siendo Daniel Craig el más extraño de ver en un rol totalmente alejado a lo que suele hacer.
Pese al buen trabajo que hacen los actores la historia cliché no es lo único negativo de la película; ya que en su tramo final se desinfla bastante y se siente demasiado estirada con explicaciones sobre el robo que no eran necesarios y que alagaran el metraje sin necesidad.
La estafa de los Logan es una película aceptable y poco más. Y no lo decimos por un mal trabajo del elenco, o de su director, pese a repetirse en temática. Pero con un guion tan poco original, cuesta no buscarle mil y un fallas; o peor aún, intentar disfrutarla en el cine sin compararla con sus antecesoras.