Steven Soderbergh vuelve después de una notoria ausencia de cuatro años con Logan Lucky, un policial que juega con el humor ácido y un estereotipado sur de Estados Unidos para narrar la simple historia de dos hermanos que llevan a cabo un robo, pero donde toda la carga familiar de la supuesta “mala suerte de los Logan” mantiene en constante vilo al espectador para ver cómo se resuelve este conflicto ágil, bien contado y extremadamente hilarante.