Esta película de animación alemana podría ser considerada un subproducto pasable realizado a partir del éxito de "Hotel Transylvania" y similares. Sólo que el título local, que remite a la vieja serie de TV "Los Munsters", ayuda a dejar claro lo insulso de estas nuevas familias. Igual que "Los locos Addams", Los Munsters jamás podían cambiar su estilo de vida, lo que no impedía que fueran tolerantes y comprensivos con la gente "normal". En cambio los miembros de esta "familia feliz", según el título original, son convertidos en monstruos de acuerdo con sus disfraces de Halloween, siguiendo un hechizo ordenado por el Conde Drácula. Los protagonistas quieren dejar de ser monstruos, y de eso se trata. Pero, cuando los humanos de una familia disfuncional son más intensos que sus alter egos monstruosos, hay un problema. Lo que no quita que las imágenes sean atractivas, acompañadas de gags propios del sentido del humor alemán, lleno de meteorismos y cornupias como para deleitar a niños de todas las edades.