En la Inglaterra de principios del siglo XVIII, la desarrapada Emma Stone se aparece en la corte para pedirle alguna posición a su prima Rachel Weiz, que es la favorita de la reina, interpretada por Olivia Colman. Acostumbrada durante toda su vida al abuso masculino, la recién llegada pronto percibe que el mundo tal vez no esté dominado por hombres. Y así, dispuesta a todo, emprende una feroz competencia para ganar los favores de la reina.
Comparada con “El sacrificio del ciervo sagrado” y otros films del auteur griego Yorgos Lanthimos, “La favorita” es bastante más convencional, probablemente debido a que esta vez no escribió el guión. La película podría ser explicada como una versión matriarcal de las dramáticas tensiones femeninas de “All About Eve” (“La malvada”), de Joseph Mankiewicz, mezclada con el corrosivo revisionismo histórico de “Barry Lyndon” de Stanley Kubrick. Argumento matriarcal que no se toma nunca demasiado en serio, lo que ayuda al humor negro y la incorrección política.
Hay varios detalles en contra, empezando por algunas inconsistencias en el ritmo narrativo y la insistencia en filmarlo todo con un gran angular, “fish eye” y varios otros recursos visuales que parecen destinados a que la imagen básicamente distraiga y reste verosimilitud al conjunto, además de desaprovechar buena parte de la dirección de arte y la ambientación de época. A favor, basta mencionar a las tres protagonistas: sólo la actuación de Emma Stone justifica la película.