La fiesta de las salchichas, una apuesta por el delirio y el descontrol
En medio del furor de películas animadas (esta misma semana se estrena Trolls), llega otra propuesta, pero en este caso no para niños en plan de salida familiar. La fiesta de las salchichas es, sí, un largometraje de animación por computadora, aunque destinado de manera exclusiva al consumo de adolescentes y adultos.
Los directores detrás de este delirio que va de lo gastronómico a lo sexual (las protagonistas son unas salchichas ávidas de salir del envase plástico y la góndola del supermercado para tener un encuentro íntimo con los panes de panchos) son Greg Tiernan y Conrad Vernon (con antecedentes en las sagas de Shrek y Madagascar), pero los productores y coguionistas son Seth Rogen y Evan Goldberg, responsables de sátiras extremas como Este es el fin y Una loca entrevista.
La película apuesta al delirio y al descontrol (por momentos incluso al humor escatológico y al lenguaje vulgar), pero al mismo tiempo resulta simpática e inteligente en muchas de sus referencias a la sociedad de consumo y el lugar de la comida en la vida cotidiana, las alegorías políticas y religiosas, la angustia existencial y hasta en su apuesta sexual (la salchicha protagónica se llama Frank y está interpretada por el propio Rogen, mientras que Kristen Wiig da voz a una sensual "integrante" de un paquete de panes). También hay escenas musicales con el sello de Alan Menken y referencias a Toy Story. Para todos los gustos...
Un consejo: traten de elegir las funciones con la versión original subtitulada. El elenco está integrado por otros notables comediantes como Jonah Hill, Bill Hader, Michael Cera, James Franco, Danny McBride, Paul Rudd, Edward Norton, David Krumholtz y Salma Hayek. Ni el mejor de los doblajes podrá replicar y transmitir la riqueza expresiva o los matices de sus voces. Sólo en esas condiciones el disfrute de esta comedia absurda y alucinatoria podrá ser como la soñaron los artistas que la realizaron.