Acidez y Food Porn
"La fiesta de las salchichas" es la nueva creación de Seth Rogen, Jonah Hill y sus amigos fumanchis, que debo decir tienen una capacidad increíble para sacar airosas sus tesis tan ofensivas como divertidas.
En esta ocasión, el producto es una historia animada que se centra en la supuesta visión que tienen los productos de supermercados de nosotros, los seres humanos. Todos estos comestibles, bebidas y elementos de limpieza e higiene, viven en una realidad que parodia de cierta manera al film "La Isla" de Michael Bay, en la que los protagonistas viven en una especie de colonia (aquí el supermercado) aguardando por su turno de ser elegido por los dioses (los compradores) para ser llevados al "Más allá" (fuera del super), donde todo es felicidad y alegría.
En esta colonia viven los protagonistas, las salchichas Frank (Seth Rogen), Barry (Michael Cera) y Carl (Jonah Hill), el pan de pancho Brenda (Kristen Wiig), el bagel Sammy (Edward Norton) y el wrap (o algo por estilo) Lavash (David Krumholtz). Todo viene bien hasta que un día son seleccionados por los dioses para ir al "Más allá". Un accidente trágico dentro del super deriva en que nuestros personajes principales se enteren de la cruel realidad. Los dioses son unos monstruos que sólo los comen y destrozan de las maneras más morbosas posibles.
En general debo decir que si bien la premisa es totalmente absurda, logran hilar de manera muy natural y divertida todo un universo de comestibles vivientes con el que nos vamos encariñando a medida que avanza el metraje. No es una propuesta para niños, de ninguna manera. Hay mucha violencia física, verbal y sexo casi explícito. Es una propuesta liviana para adultos, con mucho humor ácido y algunas bofetadas a las religiones, las culturas y el establishment. Muchos de los gags son bastante ofensivos si nos los tomamos en serio, pero soy partidario de separar realidad de ficción y tomarse con humor este tipo de cosas. El humor que se utiliza es muy al estilo de las películas de Seth Rogen, por lo que advierto a los espectadores a los que no les haya gustado casi ninguna película de él, no perder el tiempo con esta.
Un producto liviano, fresco e irreverente, que no pretende más que sacar algunas carcajadas a su público.