Terror sobrenatural con Magui Bravi
Con referencias claras a “Hereditary” y “Diabólico”, la ópera prima de Gonzalo Mellid producida por Nicolás Onetti es un fiel exponente del género de bosques encantados.
Esta coproducción internacional de horror entre Argentina, Uruguay y Nueva Zelanda cuenta la historia de Silvia (María Paz Arias Landa) y Andrés (Nicolás Del Rio), dos chicos que viven en una casona aislada en el bosque junto a su abuelo (el gran Chucho Fernández) quién les cuenta leyendas ancestrales. “La naturaleza tiene reglas que hay que respetar” les dice y la profecía no tarda en cumplirse cuando, sin querer, reviven un espíritu maligno.
La forma del bosque (2021) está dividida en un prólogo y tres capítulos, enlazados por unos extraños dibujos que anticipan el misterio escondido entre los árboles. La primera parte está plagada de indicios y abre el juego a un universo de posibilidades. Un padre (Ezequiel Pache) deprimido por la muerte de su pequeño hijo (Felipe Corvalán) ingresa al bosque con una escopeta, mientras Silvia y Andrés juegan entre los árboles cuando encuentran un caballo moribundo. La atmósfera de tensión, muy bien construida, anuncia la presencia del mal siempre latente.
En el segundo capítulo la acción entra en escena. El espíritu maligno adquiere diferentes formas con la única intención de dañar a los niños. El abuelo disminuido físicamente hará lo imposible por defenderlos. La tercera y última parte cierra las líneas narrativas y abre nuevamente al misterio allí oculto, con un desenlace sorpresivo.
La entrega de los actores es impresionante, con foco en el legendario Chucho Fernández que pone voz -y el cuerpo- al relato para ingresar al espectador en el clima sórdido desarrollado. También es fundamental el trabajo de Ezequiel Pache y sobre todo, Magui Bravi, quienes transforman sus rostros monstruosamente para trasmitir la desgarradora mutación que experimentan sus personajes.
El cine de Ari Aster y el primer Sam Raimi sobrevuelan el film de Mellid, con ideas y recursos cinematográficos asociados a este género de bosque encantado. Pero La forma del bosque se las ingenia para desprenderse de sus referencias y crear un universo terrorífico propio.