Radu Mihaileanu es uno de esos realizadores dedicados al “crowd-pleaser” (films que agradan a todo el mundo) internacional. Es también un narrador competente, aunque lo que parece personal en sus films es apenas la pátina de exotismo que les imprime. Aquí, las mujeres de un pueblo deciden no tener más relaciones sexuales con sus parejas hasta que éstos ayuden a acarrear agua. Comedia de costumbres, lección de vida y paisaje son los componentes. No es mucho, pero alcanza para no aburrir.