Un interesante debate entre tradición y modernidad, la cultura oriental está llena de sensualidad y no deja de ser un choque de civilizaciones entre oriente medio y occidente.
Este es el quinto largometraje del elogiado director rumano Radu Mihaileanu (nacido el 23 de abril de 1958), que nos ofrece una vez más una historia profunda,la misma estuvo nominada a la Palma de Oro en el Festival de Cannes 2011, como ya lo demostró en trabajos anteriores: “Train de vie (1998)”; “Ser digno de ser (2005)”; “El concierto (2009)”, se compromete en tratar distintas historias.
Esta se desarrolla en un pequeño pueblo, en algún lugar entre el norte de África y Oriente Medio, como dice la tradición las mujeres van a buscar agua a la fuente que nace en lo alto de una montaña, bajo un sol ardiente, pero las cosas cambian porque sucede algo y una joven casada Leila (Leïla Bekhti), propone al resto de mujeres una huelga de amor: nada de sexo hasta que los hombres colaboren en el traslado del agua hasta la aldea, lo que sucede es como una contradicción donde brota tanta agua, y el amor se seca.
Esta historia en parte tiene alguna similitud con “Lisístrata” que es una famosa obra de teatro de Aristófanes, dramaturgo de la Grecia Clásica, donde plantea la huelga sexual de las mujeres, para que los hombres terminen con las guerras; esta se representó en el teatro y el cine.
Es una historia emotiva, estos hombre solo hacen negocios y no hacen mucho más que eso, aquí las mujeres tienen la obligación de realizar todas las tareas domésticas, entre las cuales está ir a buscar agua, en un camino rocoso, los tropiezos son fáciles y las mujeres embarazadas que van a buscarla sufren caídas que provocan abortos, se van marcando las reacciones de los hombres, los problemas de rechazo que se enfrentan las mujeres y su desenlace.
Tiene un interesante trasfondo histórico y político, con situaciones que pueden ser algo revolucionarias, relatos de amor y desamor a través de las cartas, escenas románticas y algo de humor, cuenta con una maravillosa fotografía, un colorido vestuario, entretenidas coreografías, esto la hace más atrayente, aunque a mi parecer le sobran algunos minutos, es relativamente previsible, trascurre sin sorpresas y resulta una atractiva fábula.