Como todo cinéfilo veterano, me entusiasmé cuando supe de la llegada de "The lady" a salas. Si, ya se, los últimos trabajos como director de Luc Besson, no fueron auspiciosos, pero hay que respetar la historia (siempre pienso eso). Durante este tiempo, el hombre se dedicó a producir films de acción (y anoten esto, está preparando una serie televisiva de "The transporter", uno de sus mayores hits de taquilla) mayoritariamente hasta que llegó a sus manos este proyecto: filmar una biopic sobre la vida de la Premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, apóstol de la no violencia y el respeto de los derechos humanos en la difícil Birmania de los 90.
Se entusiasmó tanto con el trabajo de recopilación de material que le presentó la guionista (Rebecca Frayn) que rápidamente decidió que su regreso detrás de las cámaras, sería contar esta historia, fuerte, extensa, que describe la odisea que significó el arresto domiciliario y el acoso que la dictadura de su tierra hizo sobre la figura de Suu Kyi, máxima líder de la oposición desde 1988 hasta el 2010 (se estaba filmando la película y ella seguía presa!).
La historia comienza cuando Aung San Suu Kyi (Michelle Yeoh), hija de la máxima autoridad en Birmania hacia 1947, muy pequeña, está en su hogar, con su madre, cuando recibe la noticia del asesinato de su padre (una escena fuerte la del crimen, dicho sea de paso, bien del estilo Besson). Las fuerzas opositoras lo emboscaron y la familia gobernante, debió salir del país ante la difícil coyuntura planteada en ese contexto. Ella creció y se casó con un catedrático de Oxford, Michael (David Thewlis) tuvo dos hijos y vivió, lejos de la suerte de su pueblo.
Pero la salud de su madre, hacia fines de los 80' la obligó a regresar a su país, donde a poco de establecerse con su familia para atravesar el difícil trance (era la esposa de un hombre que el pueblo birmano amaba y finalmente falleció), se encontró con una situación política muy grave: los militares ejercían una violencia ilimitada en su afán de sostenerse en el poder, reprimiendo a la sociedad de manera feroz. Al ser hija de un símbolo de la democracia para su gente, Suu Kyi se pone a la cabeza de la lucha contra el régimen, dispuesta a enfrentar cualquier sacrificio que haga falta, para ayudar a la liberación de su pueblo.
El gobierno intentó quebrarla de muchas maneras (la cinta describe minuciosamente cada una de ellas), y lo que veremos será cómo el matrimonio formado por Kyi y Michael, quedan separados, en países distintos y con sus recursos, luchan denodamente para lograr elecciones libres en aquella geografía.
La historia está bien contada, tiene una fotografía bellísima y hay momentos muy intensos, dentro de la extensión del relato. Besson tiene su fuerte cuando encuadra movimiento, y quizás eso le juega en contra aquí, ya que la película tiene mucho de aislamiento de la protagonista, hecho que motiva climas con poco relieve y emoción contenida. Yeoh está correcta, aunque sentimos que le faltó vibrar junto al personaje, ya que en las escenas en que su familia se encuentra con ella, la vemos un poco perdida y poco expresiva (y son las que requieren mayor complejidad para su elaboración). En ese sentido, Thewlis hace un gran rol, ya que vemos la película desde su perspectiva (casi) y empatizamos con él de inmediato. La composición de la pareja central es un poco gélida, pero aceptable.
"The lady" es un homenaje a una mujer de condiciones excepcionales. Quizás nos hubiese gustado que la mirada hubiese estado puesta, menos en la historia política del conflicto y más centrada en lo familiar. A pesar del esfuerzo de Besson por transmitirnos ese costado, el fuerte de esta cinta descansa en la reconstrucción histórica más que en el drama personal vivido, creemos. El objetivo, se logra (no se puede decir que no sea una buena película al final de la proyección), pero hay que decir que le lleva demasiado tiempo el recorrido y el resultado final nos hace extrañar el arte al que Besson nos tenía acostumbrados...