La gallina turuleca es una coproducción entre España y Argentina ganadora del premio a mejor largometraje de animación en los premios Goya. Está basada, claro, en la famosa canción popularizada por Gaby, Fofó y Miliki, los populares payasos españoles. Claro que la protagonista de la historia es una gallina, Turu, cuyo talento para cantar (y claro, hablar) la convierte en una mina de oro. Quedará en su poder el salvar a un circo al borde de la quiebra, pero al mismo tiempo encontrar su vocación de estrella. La canción del título por supuesto que aparece, así como algún otro tema de los conocidos payasos. Pero si hay algo a destacar es que la película presta mucha atención a realizar un repertorio de temas modernos, no para chicos, sino populares en sí mismos. Es bastante prolija la manera en la cual la película combina lo clásico con lo moderno y se da también el lujo de tener varias voces bien logradas, como Guillermo Francella, Flavia Palmiero y Rolo Villar, en la versión para Argentina, que difiere de las voces usadas en España. Animación lograda sin tampoco nada memorable, pero con dos o tres momentos muy bien conseguidos y una graciosa actualización de conceptos e ideas, incluyendo el derecho a poner huevos o no. Los más veteranos saldrán cantando del cine la canción más pegadiza que tuvo su infancia.