Christian Mungiu desanda los caminos de un hombre que necesita cumplir a toda costa los objetivos que imaginó para su hija. Luego de ser atacada en la calle a punto de terminar sus exámenes para continuar estudiando, el padre comienza a trazar redes hacia varios lugares para evitar que la joven quede fuera del sistema educativo.
La cámara de Mungiu acompaña al hombre de manera imperceptible, dejandose llevar por laberintos burocráticos, dependencias policiales, su propia casa, construyendo una multiplicidad de conflictos que caen sobre el hombre como un efecto dominó.