La gran apuesta es de esas películas que dan mucho placer ver porque te aceleran, porque su narrativa es tan intensa que hace que casi no puedas pestañear. Y si tenemos en cuenta la temática, que pase algo así es un verdadero logro y motivo de aplausos para los realizadores.
La crisis económica mundial de 2008 fue y sigue siendo noticia, pero la realidad es que muy pocos saben los motivos y aún sabiéndolos no es fácil de entender.
Este estreno, basado en una historia real, se encarga no solo de aclarar esas dudas sino que también logra sumergir al espectador de lleno en ese mundo.
Por momentos es complicado seguirle el ritmo a todos los términos bancarios y macroeconómicos, algo que el director tuvo en cuenta y de manera genial usa como recurso romper la cuarta pared a través de personajes muy reconocidos para explicar lo que sucede. Una verdadera genialidad y muy graciosa.
Lo que hace Adam McKay, quien viene del palo del cine y tv de comedia, es contar casi todo en código humorístico, algo arriesgado pero que le salió muy bien.
Su principal arma de batalla es el gran elenco con el que cuenta, con un excepcional Christian Bale a la cabeza junto con un Steve Carrel que vuelve a sorprender y un muy sólido Ryan Gosling.
El póster lo completa Brad Pitt, pero la verdad es que no se luce en comparación con sus compañeros, no solo los nombrados sino también el resto del reparto.
Para resumir, La gran apuesta es un film tan rápido como interesante (e indignante por lo que revela) con actores de lujo que seguro van a estar entre los nominados en la cercana temporada de premiaciones. No se la pierdan.