Que apostamos?
Las consecuencias de la crisis económica de 2008 fueron tremendas, fue una burbuja inmobiliaria que al explotar dejó a millones en la calle, sin casa, sin trabajo, con una recesión solo comparable con la de la década del 30.
Cuatro años antes de que ocurriera el desastre alguien lo vio venir, Michael Burry (Christian Bale) un doctor en medicina que dejó el estetoscopio y creó un fondo de inversión; un tipo solitario, raro y brillante que haciendo números en su cabeza se dio cuenta de que algo no cerraba, que esos bonos tan estables respaldados por hipotecas no iban a durar demasiado, como tampoco la economía norteamericana basada en el sueño de la casa propia, con señores responsables pagando las cuotas a tiempo al banco. Había una grieta, y él la vio.
Por supuesto nadie le creyó, y básicamente lo que hizo -para no entrar en engorrosos detalles bancarios- fue apostar en contra. Por cosas del azar, llamadas equivocadas, papeles dejados en una mesa, algunas personas más se enteraron de esto: un grupo de inversión encabezado por Mark Baum (Steve Carell), Jared Vennett (Ryan Gosling), un astuto e inescrupuloso corredor de bolsa, y dos economistas recién recibidos que apenas estaban entrando en el barro (Finn Wittrock y John Magaro), además contaban con la ayuda de Ben Rickert (Brad Pitt), un ex economista asqueado de todo lo que había visto durante su carrera.
Desde un principio el léxico económico y bancario lleno de siglas marea al espectador, y apenas salimos del mareo la historia se encarga de asquearnos aún más mostrándonos qué hay detrás de las serias instituciones bancarias llenas de señores de traje. Detalladamente, mezclando una clara narración con momentos surrealistas en los que por ejemplo aparece de la nada Selena Gomez en una mesa de Black Jack explicando términos financieros mirando a cámara, la historia nos muestra básicamente que esta gente vende humo, bonos vacíos, papeles sin ningún respaldo, y así se creo una burbuja inmobiliaria donde strippers eran capaces de comprar cinco casas en un mes, y así se creaban barrios fantasmas.
La película muestra que los personajes de "Casino" eran más honestos que los señores que trabajan en Wall Street, y nos deja una enorme sensación de pesimismo cuando vemos en manos de quién está la economía y cómo finalmente los gobiernos eligen salvar a los bancos y no a la gente. Pero para evitar que el espectador se suicide al abandonar la sala, el filme cuenta con grandes recursos: mucho humor, cinismo, excelentes diálogos, y personajes extraordinarios.
La ansiedad, el nerviosismo y la vorágine con la que se vive en el mundo financiero está reflejada en la estética de la película, las imágenes están saturadas de información, los planos se superponen y cada tanto alguien sale de la historia para confesar algo a cámara. Técnica y visualmente la película es impecable, pero aún así es difícil poder seguir la trama por la cantidad de información con la que en general uno no esta familiarizado.
"La Gran Apuesta" es una historia muy interesante, que vale la pena ver, que está contada del lado de unas pocas personas con algo de integridad que hicieron su fortuna como inversores, se mete con temas complejos, y si bien el tono de la historia puede cambiar drásticamente de una escena a la otra - pasa del drama, a la comedia negra, a la acción o al surrealismo - tiene una posición muy firme, desde el principio deja en claro quienes son los malos.