Universo paso a paso
Antes que nada debo reconocer que desde el estreno de la primera película solo vi ésto como una estrategia comercial para vender más juguetes, conforme a ese pensamiento. El público iba queriendo más de los muñecos y hoy con un vasto universo no pude evitar ver La gran aventura de Lego 2 .
La primera película realmente me sorprendió por el enfoque que se le había dado, era como ver un capitulo de Chicken Robot mezclando Toy story. Parece un tanto extraña la mezcla pero el resultado fue sorprendente, se plasmó en un guión sólido y chistes acertados en aquel entonces. No por nada se había planeado una secuela desde antes del estreno, tanto Phil Lord como Christopher Miller, directores de la primera entrega, no me defraudaron en este ámbito animado (al igual que Lluvia de hamburguesas).
Esta vez, la secuela los tiene a ambos como productores y su lugar fue ocupado por Mike Mitchell (Trolls o Super escuela de héroes) con la ayuda de Trisha Gum, quien previamente trabajó como animadora de Chicken Robot. Si bien el cambio no me molestó, sí reconozco que el espíritu de Miller y Lord eclipsó por completo su labor como directores.
La secuela se siente orgánica y nada parece forzado, la expansión del universo Lego está muy bien explotada y previamente me pasó lo mismo con Spider−man, donde su labor como productores ejecutivos está definida. No por nada se encargaron de coordinar cada entrega de Lego, donde cada una (y a diferencia de Marvel que se rigen por una estructura) tiene su propia personalidad.
Sin embargo, como objeción debo decir que a diferencia de la primera película se pierde el factor sorpresa y eso es natural que pase aunque tampoco es que afecta significativamente el resultado integral.
En definitiva, La gran aventura de Lego 2 es un show cinéfilo donde vas a ver interacciones que nunca imaginaste y reírte tanto como la primera película, seas grande o chico.