Como ya lo hicieron con Lluvia de hamburguesas y Comando especial , los guionistas y directores Phil Lord y Christopher Miller lanzan a pura creatividad y desenfado una nueva saga, en este caso basada en el universo de los juguetes de la marca Lego.
Si bien buena parte de la historia transcurre en el ámbito de la construcción, hay en esta comedia de aventuras narrada a toda velocidad unos cuantos elementos fantásticos; superhéroes (de Batman a Superman, pasando por Linterna Verde y La Mujer Maravilla); referencias a las franquicias de Star Wars, Harry Potter, Piratas del Caribe, Tran s formers y El señor de los anillos ; figuras históricas como Abraham Lincoln y William Shakespeare, y hasta aisladas apariciones de actores de carne y hueso, como el aquí malvado Will Ferrell o un personaje concebido a la medida del popular ex basquetbolista Shaquille O'Neal.
El film propone un clásico enfrentamiento entre las fuerzas del Bien (lideradas por el mago Vitruvius) y las del Mal (encabezadas por el ambicioso Lord Business), y en el medio aparecen -además de los personajes ya citados desde el Policía Bueno/Policía Malo (hilarante creación de un agente con doble personalidad) hasta el todopoderoso Hombre de Arriba.
El protagonista es un típico antihéroe llamado Emmett, un albañil ingenuo e idealista (su canción favorita es la pegadiza "Todo es increíble"), quien será reclutado por error por una sociedad de Maestros Constructores para combatir al tiránico Lord Business y a sus Gerentes Obsesivos. Para acompañarlo en la disparatada misión habrá, claro, una presencia femenina: la intrépida y rebelde Wyldstyle.
Aun cuando el film por momentos puede resultar un poco caótico en su acumulación de personajes, conflictos y vueltas de tuerca, es de agradecer el grado de irreverencia y delirio creativo de la dupla Lord-Miller, quienes aprovechan toda la imaginería de Lego y los efectos visuales en 3D para construir, en definitiva, una de las mejores apariciones en el universo animado desde la saga de Toy Story.