Una mezcla que no salió bien
"The Great Wall" es la superproducción china que utilizó a estrellas internacionales como Matt Damon, Pedro Pascal y Willem Dafoe para convertirse en un estreno de interés mundial. Lo logró. El problema que se presentó es que sucedió algo que suele pasar cuando un tipo de cine habituado a un estilo más local trata de emular al cine pochoclero estadounidense, hace agua y no logra adquirir la calidad de acción, efectos audiovisuales y entretenimiento de la meca del cine.
En primer lugar la cultura china es milenaria, es mística y tiene mucha historia de sabiduría. Las películas de industria china siempre han estado dotadas de mucha poesía y cultura. En este film se trató de combinar eso con la impertinencia, el coolness y la grandilocuencia de Hollywood. La mezcla termina siendo incómoda, forzada y poco creíble.
Se equivocan al tratar de americanizar lo chino, o achinar lo americano. Simplemente queda raro y no permite al espectador involucrarse con la historia que se propone.
Aquí la premisa de por sí es bastante mala. El enemigo monstruoso que quiere alimentarse del ser humano sin una razón aparente, que es manejado por una mente superior que oficia de reina de la manada. Una dinámica que ya hemos visto en películas como "Starship Troopers". Por otro lado está la participación en esta guerra hombre-bestias de unos mercenarios que caen por error en el frente de batalla. Al ser mercenarios de buen corazón, se van sintiendo cada vez más involucrados con la situación y deciden dar su vida por esta causa... Todo muy artificial.
Por el lado del elenco y la actuación, se percibe claramente que a Matt Damon o le pusieron muchísima guita o le debía un favor a alguien en China. Actuaciones flojitas, poco creíbles y sin ningún caso como para resaltar.
Desde lo audiovisual la propuesta es atractiva y hace despliegue de un presupuesto enorme. Tenemos grandes ejércitos juntos al servicio de la humanidad, trajes de colores vibrantes que diferencian jerarquías, monstruos despiadados y secuencias de acción vertiginosas que demuestran la mano de un director con experiencia como es Zhang Yimou ("Héroe", "Regreso a casa", "La casa de las dagas voladoras").
En conclusión, "La gran muralla" es una propuesta de poca calidad, cuyo mayor error fue tratar de mixar dos culturas y formas de hacer cine muy distintas. Aquellos espectadores que prefieren un espectáculo pirotécnico por sobre uno con sustancia, probablemente se sientan atraídos por el despliegue de acción y colores.