The Great Wall no se contiene los golpes y va por todo desde los primeros minutos. Los dos sobrevivientes de una partida de mercenarios en busca de pólvora, hostigados por bandidos que los persiguen sin descanso, encuentran refugio dentro de la Gran Muralla china previo al ataque de una masiva turba de criaturas alienígenas. Es un primer asedio en el que los extranjeros se ganarán la confianza de los orientales, pero es una muestra acabada de lo que será esta película y del despliegue propuesto por Zhang Yimou. No está presente ni el corazón o el cerebro que se podría haber esperado de un proyecto del realizador de Hero o La Casa de las Dagas Voladoras, sino que pareciera ser suficiente el hecho de ser un tanque de Hollywood hecho dentro del gigante asiático.