El lado b de la Contraofensiva
Un lúcido documental con testimonios conmovedores sobre un tema poco tratado en cine.
Aunque parezca mentira, todavía quedan historias para que el cine cuente sobre el transitado período 1976-83. Una de ellas es la de la Contraofensiva montonera de 1979 y 1980: Benjamín Avila la abordó desde la ficción en Infancia clandestina, y ahora Virginia Croatto lo hace en formato documental en La guardería, su opera prima.
De un modo u otro, ambos directores vivieron esas experiencias en carne propia durante su niñez, y eso explica que en las dos películas sea central el punto de vista de los chicos. Pero mientras Infancia clandestina narraba la vida cotidiana de una pareja de militantes que vuelve al país junto a su hijo para combatir a la dictadura, La guardería cuenta la historia de los hijos de montoneros que fueron dejados por sus padres en Cuba mientras ellos regresaban al país.
Esos chicos, ahora adultos, comparten sus recuerdos sobre esa estadía en La Habana, que en algunos casos llegó a durar años (la guardería funcionó desde 1979 a 1983; no se precisa cuántos niños pasaron por ahí). Inteligentemente, la película no se adentra en el debate sobre la lucha armada, pero no elude la controversia sobre los sentimientos que estos hijos de guerrilleros guardan sobre la actitud -abandónica o protectora- de sus padres. También son valiosos los testimonios de los adultos que en ese entonces estuvieron encargados de cuidar a los chicos -una ex militante cuenta que lo hizo por la culpa que le daba no haber querido volver al país a luchar-, aunque en este caso sus palabras dejan más preguntas que respuestas.
Las entrevistas están acompañadas por imágenes de archivo de la época no muy vistas, fotos de la guardería, bellas animaciones sobre dibujos infantiles. También por las cartas y -lo más llamativo de todo- las grabaciones que los padres les mandaban a sus hijos desde la clandestinidad en la Argentina. Ahí se escuchan algunas voces que sólo sobrevivieron en esos casetes.