Es difícil evaluar "La Guerra del Fracking" como producto cinematográfico desprendido del hecho que su director, es candidato a Senador... en unas semanas.
Pino Solanas es un enorme director (ha tenido ficciones memorables) y muchos de sus documentales han sido centrales en la historia reciente ("Memoria del Saqueo", "La dignidad de los nadies" dentro de los puntos más altos en el género) aunque en esta ocasión, quizás sea difícil ver el trabajo de recopilación de datos como contundente, a diferencia de sus anteriores.
No ponemos en tela de juicio ninguno de los testimonios aquí vertidos, pero sí, como espectadores, nos quedamos quizás esperando mayores precisiones y mejor registro de ciertos hechos que describe la película.
En su séptimo documental sobre esta Argentina actual, digamos que Solanas intenta una especie de fusión, en la que él pone el cuerpo y en primera persona conduce el largo explicando, dudando, visitando y analizando el material que obtiene con respecto al tema de la película: el uso del fracking para obtener acceso a combustibles, modificando la composición del suelo donde se realiza el proceso.
Lo que veremos aquí, es que el cineasta plantea su eje desde Vaca Muerta, en Neuquén, junto al especialista Félix Herrero y la investigadora Maristella Svampa, donde se recogen reveladores testimonios de los pobladores y técnicos sobre los efectos y resultados del nuevo proceso de explotación de petróleo y gas no convencional.
Ellos plantean que el "fracking" (perforar las capas más profundas en ciertos sectores e inyectar productos para detonar ese espacio y lograr que se libere el gas que en ellas hay para aprovecharlo) es altamente perjudicial y probablemente lo sea.
Tenemos testimonios de geólogos, trabajadores, habitantes de los pueblos originarios y una clara actitud de poner en alerta sobre la cuestión. Si googlean la cuestión, si se podrá comprobar rápidamente que en otras partes del mundo, (incluso en Estados Unidos, donde la práctica es común), verán que hay una discusión sobre el tema.
De más está decir que en los primeros minutos hay una escena donde Cristina Kirchner valida el sistema, lo cual instala este film dentro de una sutil campaña para debatir contra el gobierno... Sin embargo, "La guerra del fracking" tiene un aspecto innegable y positivo: su mensaje acerca del aprendizaje que hay que hacer para transformar la estructura de nuestra sociedad en pos de la búsqueda y utilización masiva de combustibles ecológicos, que preserven el ambiente.
Salir del mundo del petróleo y el gas y reemplazarlos, para poder garantizarles futuro a las generaciones venideras
En ese punto, ya sobre el final, Pino muestra todo su oficio y logra redondear un trabajo aceptable, quizás menor a los últimos de su factoría pero que es fiel a su estilo y seguramente no defraudará a sus seguidores.