Hace dos años, la fábrica Perrin, conocida en la industria automovilística y perteneciente al grupo alemán Schäfer, llegó a un acuerdo para que sus trabajadores aceptaran un importante recorte salarial con el fin de salvar la compañía y prometiendo a cambio proteger sus empleos durante al menos cinco años. En la actualidad, y pese a haber obtenido grandes utilidades, la compañía ha tomado la decisión de cerrar. Con el acuerdo incumplido, los 1.100 empleados, animados por Laurent Amédéo, se niegan a aceptar esta brutal determinación y harán todo lo posible para que la empresa respete lo acordado.