Hay un señor con una niña en una casa y la niña desaparece tras traspasar la puerta de un clóset. Hay una presencia siniestra, un investigador paranormal y secretos (melodramáticos, como corresponde al cine coreano) que han dejado el pasado en busca de revancha. Y hay poco, más allá de algunos escalofríos causados por golpes de efecto bien dosificados. Una película de terror bastante a reglamento, pero prolija.