La Habitación (Room) explora la relación madre-hijo en un terrorífico y lúgubre contexto. Má (Brie Larson) fue secuestrada a sus cortos 17 añitos por un hijo de puta que la encerró en un cobertizo –una casillita insonorizada y blindada en el medio de su jardín- y nunca más la dejó salir. Violándola regularmente a lo largo de los años, en algún momento el Viejo Nick le hizo un pibe (Jack), que nació y creció en cautiverio y que no sabe nada de nada del mundo exterior.
La película está contada a través de los ojos de Jack (Jacon Tremblay) y se divide en dos grandes actos: cautiverio y libertad. La capacidad de Lenny Abrahamson para contarnos una historia tan oscura sin ser condescendiente con sus personajes, ni ampararse en el morbo y la victimización, es distinta e interesante. Allí donde otros hubieran metido el dedo en la llaga y escarbado bien adentro, Abrahamson se abstiene y le da otro enfoque.
Lamentablemente, la pifia al usar ese recurso de la voice over tan superfluo de Jack, que resulta empalagoso y de mal gusto, demasiado evidente y poco efectivo, así como la elección de una banda sonora que es más aburrida y molesta que funcional. Otra cosa para reclamarle a Abrahamson es que nos hace un poco de trampita a la hora de cambiar el punto de vista para mostrarnos un poco más de la historia de su madre y así le quita lo que podría haber sido un plus de terror, curiosidad, intriga.
La capacidad de Lenny Abrahamson para contarnos una historia tan oscura sin ser condescendiente con sus personajes, es distinta e interesante.
Después de dedicarle 45 minutos a la vida en cautiverio, Abrahamson se toma su tiempo (hora y cuarto) para desarrollar lo que pasa después y, de nuevo, donde otro hubiera terminado la película o hubiera acelerado las cosas hasta el final, él nos muestra el duro proceso de adaptación y mete a sus personajes en una nueva prisión que ya no es material ni tangible, sino mental, y que es igual de tremenda. La incapacidad de Jack de asimilar su nuevo entorno es devastadora gracias a una excelente actuación por parte de este nenito que a la hora de filmar tenía ¡7 años! -Oscar para Tremblay y no para el nabo de Eddie Redmayne, por favor-. El dolor extenuante de Má, interpretado por Brie Larson que la rompe, es recontra visceral e impecable. Aplauso a Abrahmson como director de actores: 5 minutos de Jack en escena deberían avergonzar a mucho grandulón que sigue robando en la pantalla grande. Sigo sin entender por qué castearon a William H. Macy, que aparece unos tres minutos y tiene cinco líneas de diálogo… Otro de esos misterios del mundo del casting que nunca podremos resolver.
A La Habitación le falta un hervor y un poco más de fuerza y convicción para haber sido excelente, pero igual anda y atrapa. Sí o sí hay que llevar pañuelos, porque te va a hacer llorar y llorar.