Película sobre la infancia y el tránsito hacia la adolescencia. “La Hermandad” se interna en el campamento Gymnasium (UNT), gigantesco evento inserto en el imaginario colectivo de la provincia de Tucumán. Estrenado en el festival Gerardo Vallejos antes de su llegada a las salas, resulta un producto interesante y llamativo: se trata de un metraje filmado en 2014, en pleno campamento, donde un total de 500 chicos van solos hacia la montaña. Bajo este esquema, Martín Falci retrata la construcción de la ‘hermandad’, desde el mito popular de iniciación -del rito violento e intrínseco en la sociedad tucumana- hasta el hecho antropológico de tratarse del ultimo campamento solo realizado con hombres, ya que al año siguiente se incorporarían mujeres.
Esta suerte de retrato bisagra en el historial del campamento, fija en el tiempo un momento verdadero de la evolución natural de los vínculos en sociedad, prestando especial atención a la intimidad masculina, poderosa, que denota cierta incomodidad respecto a la cercanía de la lente de este talentoso realizador tucumano. Con el apoyo del INCAA, el Instituto de Cine y la producción del prestigioso Benjamín Ávila, “La Hermandad” encuentra su fuerza y valor documental concibiendo la civilización como identidad colectiva, siendo ecuánime a la hora de visibilizar tanto aquello que estamos acostumbrados a ver, como aquello otro que no. Y no teme incomodarnos. Sin recurrir a imágenes de archivo ni entrevistas ni voz en off, se trata de otra forma de percibir el género documental, tomando el desafío de mostrar una realidad cruda difuminando las fronteras entre ficción y realidad.